Movilidad e incontinencia

Cómo afecta la incontinencia a la movilidad

Muchos de los cambios físicos asociados con el envejecimiento pueden limitar la capacidad de una persona para moverse de forma independiente. Las personas con movilidad reducida tienen un mayor riesgo de desarrollar incontinencia funcional porque tienen problemas para ir al baño físicamente o para usar un inodoro portátil. A menudo, sufren pérdidas por haber esperado la asistencia durante demasiado tiempo. Por suerte, hay cosas que los profesionales y los cuidadores familiares pueden hacer para ayudarles a evitar caídas y para mejorar el control urinario.

Incontinencia y caídas

La inmovilidad puede ser el resultado de una caída repentina o accidente, y puede ocasionar pérdidas. Lo bueno es que, si se establece un buen plan de atención con ayuda profesional, podrá ayudar a mejorar la movilidad y la calidad de vida. 

MANEJAR LA MOVILIDAD Y LA INCONTINENCIA

¿Qué puede hacer para ayudar a alguien con movilidad reducida? Puede determinar el nivel de pérdidas y de movilidad hasta el baño que tiene. También puede prestar atención a otros problemas que puedan estar agravando su incontinencia. Con un plan adecuado, puede mejorar la movilidad y evitar un deterioro mayor.

DIARIO DE VISITAS AL BAÑO

Si trabaja con una persona con movilidad reducida, puede ayudarle a controlar sus pérdidas con un diario de visitas al baño. Este diario se puede utilizar para registrar el horario y frecuencia de sus visitas al baño, así como la cantidad de orina expulsada. Asimismo, se puede registrar el nivel de pérdidas que está sufriendo para saber qué productos de  protección higiénica son los más adecuados. Evaluar el caso contribuirá en gran medida a controlar y mejorar su situación.

PROGRAMAS DE REEDUCACIÓN DE LA VEJIGA

Una vez que conozca las necesidades fisiológicas y el nivel de actividad de su ser querido, podrá comprobar si es un buen candidato para un programa y una prueba para el uso del baño. Los programas para el uso del baño pueden ser de ayuda para controlar sus hábitos en el baño y decidir el nivel de absorción que necesita en sus productos de protección higiénica.

CÓMO PREVENIR CAÍDAS

Las caídas pueden ser devastadoras y pueden conducir a la incontinencia por lo que es importante minimizarlas. También ayuda a educar a su ser querido sobre los riesgos y a ofrecerles apoyo y ánimo cuando se esfuerzan para mejorar su propia situación.

Equipos

Es importante averiguar si está usando el equipo adecuado para ayudar en la movilidad de aquellos a los que cuida y para estar seguro de que lo usan cuando lo necesitan. Los bastones, andadores y equipo para el baño ayudan a evitar caídas. Asegúrese también de que han aprendido a usarlos correctamente. 

Ejercicio

Un programa de ejercicio puede comenzar en cualquier lugar: desde una cama a una silla o andar distancias cortas. Empiece despacio y haga pausas para descansar. Se han estudiado en profundidad los beneficios del ejercicio para las personas mayores y se ha demostrado que mejora el funcionamiento cardiovascular y la resistencia, aumenta la fuerza muscular, mejora el equilibrio para evitar futuras caídas, disminuye el dolor articular e incluso mejora el humor. 

ASISTENCIA

Ofrezca toda la ayuda necesaria a las personas con poco equilibrio o poca fuerza muscular. Es mejor sujetarlos con su brazo por debajo de los suyos. No deje que se agarren a usted, en esta posición, es difícil evitar que se caigan al suelo o acostarlos con suavidad. Si está ayudando a alguien con una movilidad aceptable pero una visión deficiente, puede dejar que se agarren a su codo como guía, no como apoyo. Les beneficiará tener la mayor libertad posible.

SU AYUDA ES IMPORTANTE

Cuando cuida y ayuda en el entrenamiento para usar el inodoro a un paciente o familiar con problemas de movilidad, podrá mejorar su condición física, sus pérdidas de orina y su calidad de vida. En consecuencia, mejorará su autoestima y su sentimiento de dignidad. Y esto nos beneficia a todos